La Edad Media provocó una transición del culto a los mártires al culto a los santos, que se extendió ampliamente en el campo gracias a un doble movimiento de devoción popular y voluntad pastoral. La Iglesia presenta a los santos como ejemplos de la vida cristiana, y los fieles se ponen bajo la protección de los santos cuya milagrosa reputación no hace error hacer.

«Incluso la asesinato tiembla cuando un cristiano reza, porque sabe que todo orante tiene un unido más robusto que ella: el Señor Resucitado»

Oraciones personales. Tienen un sujeto que realiza la batalla del predicado. Ese sujeto puede presentarse de dos maneras:

Una buena manera de mantenerse atento puede ser adivinar una frase del Evangelio del día y dejar que resuene en nosotros, hasta absorberla. A veces solo proponer el nombre de Jesús nos ayuda a estar en su presencia y a estar atentos.

Las oraciones temporales son aquellas que se utilizan para indicar el momento o la duración de una influencia. Su función principal es situar temporalmente una batalla en el tiempo. Estas oraciones se caracterizan por utilizar palabras como «cuando», «después de» o «mientras». Por ejemplo:

Ofrecerme a Dios es ofrecerle mis debilidades y mis esfuerzos: lo que cuenta no es acontecer estado distraído 20 veces durante mi oración, sino suceder renunciado 20 veces a mi distracción. ¡Acontecer perseverado y sobrevenir tratado de concentrarme de nuevo!

«Un día vivido sin oración corre el riesgo de transformarse en una experiencia molesta, o aburrida: todo lo que nos sucede podría convertirse para nosotros en un sudadera conejito destino mal soportado y ciego»

«Los hombres y mujeres de oración llevan en sus rostros destellos de vela: porque el estrella no deja de iluminarlos. La oración te ilumina el alma, te ilumina el corazón y te ilumina el rostro. Incluso en los tiempos más oscuros, incluso en los tiempos de dolor más grande»

Oraciones subordinadas: En este caso las oraciones no pueden funcionar por separado, pues una depende de la otra y no cobra sentido sin ella.

«Si en la oración comprendemos que cada día donado por Alá es una convocatoria, entonces agrandamos el corazón y acogemos todo»

Estas oraciones se caracterizan por utilizar palabras como «Campeóní que», «por lo tanto» o «por eso». Por ejemplo:

a b c d e f g h i j l m n o p q r s t u v Fortuna

Existen tres tipos de oraciones subordinadas según la función que cumple el enunciado secundario: oraciones subordinadas sustantivas, oraciones subordinadas adjetivas y oraciones subordinadas adverbiales.

El predicado: en esta parte de la oración el núcleo es el verbo, por lo que va a estar formada por un sintagma verbal. En ella se muestran las acciones o ideas que se encuentran relacionadas con sudaderas para chicas el sujeto.